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19/May/2017

Los vendajes pueden usarse con con fines terapeúticos o de prevención, produciendo sobre la zona en la que se realizan tres posibles efectos: 

Contención: En caso de que existan fracturas, luxaciones o esguinces, para limitar la movilidad de las áreas implicadas. 

Compresión: Para fomentar la absorción de líquidos o prevenir su pérdida. 

– Corrección: En caso de deformidades.

Entre los pacientes de los centros de fisioterapia es común encontrar dos tipos de vendajes: Funcionales y neuromusculares, pero… ¿ En qué se diferencian? 

 Principalmente, el vendaje funcional busca modificar la mecánica, es decir, inhibir los movimientos que hacen que los tejidos dañados se encuentren en tensión, prevenir de lesiones blandas y evitar inconvenientes que la inmovilización rígida puede producir sobre el proceso de recuperación funcional. 

El vendaje neuromuscular, por lo contrario, no busca limitar la acción del músculo, sino corregir alteraciones posturales y reforzar la musculatura. El diseño y material del que se compone está orientado a esta finalidad, ya que favorece la activación del sistema linfático y el estiramiento longitudinal de la zona en la que se encuentra. A su vez, es compatible con  la aplicación de otras terapias que el fisioterapeuta puede considerar oportunas para esa zona, como pueden ser la masoterapia o la hidroterapia. 

 

 

 


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Centro de Fisioterapia y Rehabilitación, ubicado en el centro de Sevilla, especializado en el tratamiento individual a través de la terapia manual

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